Mensajes de diversas orígenes
lunes, 1 de abril de 2024
No temas a la Cruz, la Cruz edifica, la Cruz salva
Mensaje de la Santísima Virgen María a Angela en Zaro di Ischia, Italia del 26 de marzo de 2024
Esta tarde, la Virgen María se presentó como Reina y Madre de todos los Pueblos. Llevaba un vestido rosa rosado y un gran manto verde azulado que cubría también Su cabeza. Sobre Su cabeza había una corona de doce estrellas brillantes. Sobre el pecho, la Virgen María tenía un corazón de carne coronado de espinas. Tenía las manos juntas en oración y en ellas una larga corona del Santo Rosario, blanca como la luz, que le llegaba casi hasta los pies. Sus pies descalzos descansaban sobre el mundo. El mundo estaba envuelto en una gran nube gris, el rostro de la Virgen María estaba muy triste y Sus ojos estaban llenos de lágrimas, una lágrima surcaba Su rostro.
Alabado sea Jesucristo
Queridos hijos, os amo, os amo inmensamente.
Amados hijos, vivid esta semana santa junto a Mí en la espera y en el silencio, en el recogimiento, en la oración.
Hijos míos, intensificad vuestra oración, sed hombres y mujeres de oración. Que vuestra vida sea oración.
Hijos míos, estos son los tiempos que os he predicho desde hace mucho tiempo, estos son los tiempos de la prueba y del dolor. Rezad hijos, rezad mucho por la paz que cada vez está más lejana y amenazada por los poderosos de esta tierra.
Hijos míos, Mi corazón se desgarra de dolor al ver tanto mal, al ver morir a tantos inocentes.
En ese momento la Virgen María me pidió que rezara con Ella. Mientras rezaba con la Madre, vi escenas de guerra y violencia. Entonces la Madre reanudó su discurso.
Hijos, no tengáis miedo, estoy a vuestro lado y os llevo de la mano. No tengáis miedo de la cruz, la cruz edifica, la cruz salva. Jesús, Mi Hijo, murió en la cruz por cada uno de vosotros, murió por amor. Por eso os digo: «No temáis».
Amados hijos, convertíos, convertíos hijos y volved a Dios. Sólo Dios salva, no confiéis en falsos profetas.
Por último, la Virgen bendijo a todos. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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